Un equipo formado por investigadores del Centro de Investigación y Tecnología Industrial de Cantabria (CITICAN) en colaboración con el área de Formación del Profesorado de la Universidad Europea del Atlántico desarrollará un proyecto científico que tiene por objeto optimizar el aprovechamiento de los teléfonos móviles en las aulas de Educación Primaria.
Se trata del proyecto KOULU, que está cofinanciado por el Gobierno de Cantabria a través de la Sociedad para el Desarrollo Regional de Cantabria (Sodercan), y utiliza una nueva tecnología para el aprovechamiento de los móviles en el aula, reafirmando la figura del docente en el contexto educativo actual.
El estudio busca construir un modelo para una formación docente que pueda asumir el rol transformador del profesor, exigido por la Unión Europea y recomendado por la UNESCO, apoyado en el aprovechamiento de las Tecnologías Digitales. Esta herramienta permitirá a los responsables de la gestión de los centros educativos promover una educación de excelencia, alineada tanto con las necesidades de formación detectada por el cuerpo docente, como preparar a nuestros jóvenes para los desafíos de la sociedad digital del futuro.
Masificación en el uso diario
La presencia del teléfono móvil en el aula genera, hasta ahora, posturas contradictorias en la comunidad educativa, que van desde la prohibición hasta el intento de integrar esta tecnología digital en el aula. Según el Instituto Nacional de Estadística, un 75 % de los niños españoles de 12 años usan el móvil diariamente y, al mismo tiempo, es evidente la masificación de su uso en el mundo con más de cinco mil millones de terminales y más de dos mil millones de usuarios de Smartphones, tal y como ha constatado Statista en 2019.
Lo cierto es que los teléfonos móviles suponen un nuevo desafío pedagógico y didáctico para los docentes porque tienen un enorme potencial para enriquecer el aprendizaje y pese al incremento de la inversión para la introducción de equipamiento y material digital en las aulas, por parte del Ministerio de Educación o las Autonomías desde el año 2009 -sobre todo a partir del programa Escuela 2.0-, la experiencia de su incorporación a los sistemas educativos en los últimos veinte años ha demostrado poco efecto en la calidad de la educación. Así lo refleja un informe de la UNESCO sobre las TIC en educación (2013).
Según los expertos, parte de la falta de impacto positivo de las TIC en la educación se debe a la poca integración metodológica de la tecnología en los planteamientos pedagógicos de los docentes: la falta de enfoque pedagógico no permite que el proceso de trabajo con los móviles sea eficiente.